Tomado de rebelion
Israel tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo y su superioridad militar se impone por tierra, mar y aire. Por tierra ha invadido decenas de veces otros países (Palestina, sí, pero también Egipto, Líbano, Siria). Por aire ha liquidado olímpicamente, en aseados y estéticos bombardeos, niños y mujeres, casas y hospitales (pensemos en Líbano en 2006 y en Gaza en 2008). Por mar ha obtenido también grandes victorias: contra el Mavi Marmara en 2010 o contra la Flotilla de la LIbertad en 2011. Ahora demuestra una vez más su pericia militar y su altura moral imponiéndose a un barquito pesquero, el Arca de Gaza, semidrestruido por una bomba en el puerto de Gaza mientras se preparaba para llevar productos palestinos -grave desafío- a Europa.
El Arca de Gaza quería -y sigue queriendo- denunciar ese crimen. Es obligación de todos los seres humanos decentes solidarizarse con su humilde causa pesquera, denunciar el bloqueo de Gaza y presionar a los gobiernos e instituciones internacionales para que Palestina vea reconocidos sus derechos, entre ellos y para empezar el derecho a la supervivencia y la vida digna, conculcado por el bloqueo que, desde hace siete años, convierte el territorio de Gaza en la mayor cárcel del mundo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.